Se acerca el calor y con él, la época del año en la que podemos disfrutar más de nuestra terraza o jardín, pero cuando el sol  hace su presencia, es cuando empezamos a pensar en un sistema que nos permita disfrutar del buen tiempo, pero sin quemarnos. Es por este motivo, que cada vez es más común apostar por la instalación de un toldo, pero ahí vienen otros problemas: cuál es el mejor, qué tipo o cómo debe de ser. Por eso escribimos este post, escrito por expertos en toldos en Madrid, para ayudarte a elegir el toldo que mejor te pueda encajar. 

Para empezar, te recomendamos que empieces por pensar detenidamente dónde te vas a ubicar. No es lo mismo que lo vayas a colocar en un jardín a que lo sitúes en una terraza, al igual que no es lo mismo que pienses en situarlo hacia el sur que este dirigido al norte, ya que las horas que incidirá el sol o bien la intensidad va a ser diferente.  

Otro parámetro a tener claro es la dimensión del mismo. Debes de saber qué quieres cubrir tanto la zona horizontal, como la proyección, que es lo que va a salir hacia delante. Esto hará que puedas elegir entre tener un toldo motorizado o bien manual, evidentemente cuando sea de una dimensión importante, te aconsejamos que apuestes por uno motorizado, te ahorrará tiempo y esfuerzo al desplegarlo, por lo que le darás mucho más uso. Si el toldo es pequeño, la inversión no te merecerá la pena por lo que te recomendamos que apuestes por uno que sea manual. 

También deberás pensar el material del que va a estar producido. Desde aquí te recomendamos que apuestes por tejidos de calidad. Esto dependerá de lo que vayas a usar el toldo o bien del tipo de exposición que vaya a tener. Por eso si va a tener una exposición durante muchas horas al sol, es mejor invertir en un tipo de tejido acrílico, que nos va a proporcionar una protección solar completa, y que gracias a su composición no va a sufrir ninguna decoloración. También puedes optar por un tejido de poliéster, que, si es de una muy alta calidad, también nos proporcionará una gran protección, pero aun así no tendrá tanta durabilidad como uno confeccionado en acrílico. 

Y por último, piensa en su estética, el color que elijas para la lona, además de quedar más o menos bonita, va a variar su función térmica. Si elijes una lona en negro o en grises, dará más sensación de resguardo o de protección, si apuestas por colores claros, dará más sensación de amplitud o de claridad. 

Un toldo puede ayudar a descender la temperatura de una estancia anexa a su colocación, pero también puede hacer que la temperatura perdure un poco más.  

Seguramente, lo condicionarán dónde vivas y la situación climatológica de tu zona. Si aún con estos consejos tienes dudas, puedes siempre acudir a expertos para que ellos puedan asesorarte para que tengas el mejor toldo para tu situación.