Mantén tu suelo como el primer día

Uno de las principales preocupaciones a la hora de cuidar nuestra casa es el mantenimiento del suelo. Todos vamos observando como el paso de los años va degradando el suelo en el que vivimos, siendo en ocasiones nuestra gran obsesión. Incluso limpiarlo se vuelve más difícil. Por ello queremos ofrecer unos pequeños trucos para intentar mantener el suelo como si le acabásemos de reformar.

Entre la gran variedad de suelos que podemos encontrarnos hay tres que destacan por encima de todos: el cerámico, terrazo y los de madera, tanto parquet como tarima.

Los primeros pueden ser, sobre todo, de gres o semigrés. Para ellos es necesario el uso de ácidos y detergentes muy fuertes. Es un suelo bastante resistente, pero debemos evitar golpes. Además tenemos que impedir la caída de objetos punzantes. No pueden usarse productos abrasivos ya que provocaríamos un daño muy grave.

En estos es especial también su revisión. Hay tres momentos importantes. El primero es a los dos años de su instalación. Hay que sellar las juntas con silicona. De esta forma nos aseguramos su impermeabilidad. Al año siguiente hay que revisar los revestimientos, e incluso reemplazar alguno si es necesario. Por último, a los cinco años, tenemos que comprobar el estado de las juntas, cubrejuntas, rodapiés y cantoneras y rellenarlos si fuese necesario.

El más fácil de cuidar es el terrazo. Solamente tenemos que limpiar con los productos indicados para este suelo, algo que nos viene indicado en la compra del producto. Nada de lejía u otros productos ácidos. También hay que tener en cuenta que ante una mancha provocada por un vertido, debemos actuar lo más rápido posible ya que, de otra forma, sería difícil eliminarla.

Más cuidados requieren los pavimentos de madera. Al igual que en el terrazo, debemos actuar con la mayor brevedad posible ante el vertido de líquidos. A la hora de fregar no podemos hacerlo con el agua caliente y no debemos usar detergente, ya que perdería brillo.

A estos cuidados hay que añadirles los típicos de la madera. En caso de una larga ausencia de la casa, debemos tener alguna ventana abierta para que la madera se airee. Esto nos lleva al último cuidado, que no es otro que la protección solar.

Si tiene estos suelos ya saben la manera que hay para conservarlo. Ahora solo nos queda aplicarlo. De esta forma, tendremos suelo para muchos años.

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